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La JSUC celebra la firma en La Habana de un acuerdo de paz entre las FARC-EP y el Gobierno de Colombia, por el que se pone fin a un enfrentamiento de cinco décadas después que un grupo de campesinos de Marquetalia se rebelara, en 1964, contra los intentos del Estado de arrebatar sus tierras mediante la fuerza militar.

El conflicto entre la FARC-EP y el Gobierno de Colombia se sitúa en el largo ciclo de guerras civiles, enfrentamiento y represión que ha devastado el territorio colombiano y especialmente el campo desde el mismo nacimiento de la República, cuyas oligarquías conservadoras se mantuvieron devastadoramente hostiles a las posiciones liberales, progresistas y comunistas. Son actuales episodios como el exterminio físico de los militantes de la Unión Patriótica y la represión extrema ejercida por el ejército y los paramilitares en las zonas rurales contra sindicalistas, militantes progresistas y campesinos.

Un sector de la derecha colombiana, aglutinada alrededor del uribismo, sigue agitando contra la democracia, la verdad y la paz. La JSUC apoya los esfuerzos de las FARC-EP y del Gobierno de Colombia, así como de Noruega, Chile y Cuba para lograr un acuerdo justo y animamos a su ratificación por parte del pueblo colombiano, que sirva de marco para las negociaciones con otros grupos como el ELN y asegure el fin definitivo de la violencia, la reparación de las víctimas, la democratización de las instituciones y una reforma del campo colombiano en favor del desarrollo rural, la propiedad campesina, el cierre de la frontera agraria y el fin del narcotráfico.

La JSUC se felicita también por las nuevas vías abiertas para la participación popular y la protección de los derechos fundamentales en la garantía y desarrollo del acuerdo de paz, así como por la conversión de las FARC-EP en un movimiento político que contribuya al fortalecimiento de la izquierda colombiana.

#SiALaPaz

Comissió Permanent JSUC
27 d’Agost de 2016

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